Anoche conociste el amor. Te dejaste seducir por una mirada azul intenso que arrasó cualquier sentimiento de duda o vergüenza. - Estás en el lugar equivocado. Copas de alcohol y excesos. Llenaste el alma de sueños ya perdidos de compromiso que llenaron una copa vana de amor. - Te arrepentirás. Besos arrancados en las esquinas de la ciudad. Te sumergiste en la humedad de una boca sedienta que confundiste con felicidad y protección. - Te estás descontrolando. Caricias llenas de cariño y pasión. Recorriste su cuerpo en busca de un alma gemela pero todo se convirtió en sexo sin control. - No sabes lo que estás haciendo. Te despiertas y no te reconoces. Buscas una taza de té para recomponerte ¿Quién te mandó a traerlo a tu cama? Estabas en el lugar equivocado. Estoy sólo. Me rodea la niebla que ni siquiera el sol consigue disipar.
Poesía
Dolor, superación, miedo y dudas.
Las letras que leo, las palabras que atraviesan mis ojos y se clavan como cuchillos afilados en mi mente, me descubren lo que has tenido que superar, el dolor que has sentido, las cosas a las que tienes miedo y sobre todo a las cosas de las que dudas. Pero yo dudo en cada minuto de mi existencia, ya que pasan los años y cada vez entiendo menos el color de mi mar que echo de menos y apenas recuerdo su olor. Cada segundo tengo miedo de perderme, de dejar de ser quien soy, ya que mi padre Teide, ya no me señala el camino recto que he seguir, y desde donde estoy no lo puedo ver, ni intuir. Cada dolor, que habita perenne en mi, mutila mi cuerpo sin remedio y haciéndome hendir las rodillas continuamente ya que no entiendo el mundo donde estoy fuera mi tierra, y la lejanía no trae los abrazos ni besos suficientes para ayudar a levantarme a cada momento. Supero todo con una sonrisa, con un mal chiste, con una carcajada fingida, para que nadie vea el dolor, el miedo y las dudas. ¿Puede acaso nadie atreverse a negarme ese derecho?Dolor, superación, miedo y dudas. – (c) – Javier Gonzalez Diaz
Engaño
Prometías dulces placeres carnales,
pero ni siquiera rozaste mis labios.
Prometiste caricias incansables,
pero la piel no guarda memoria de ti.
Prometiste que seríamos uno,
pero sigo solo en el frío de la niebla.
Promesas incumplidas.
Mentiras halladas.
Fin de lo que ni siquiera llegó.
Memoria
Se acaba el tiempo de respuesta.
Se acaba la razón.
Se acaba el miedo.
Sale el sol con una mirada nueva,
con una sonrisa extraña y vaga.
Busca dentro de ti el silencio y la respiración ahogada.
Allí encontrarás la vida.
Hiedra
Como hiedra salvaje entraste a mi vida
arrasando todo mi Credo en unos segundos
y desarmando mi fe en lo que creía que era lo correcto.
Colapsando mis sentidos en un torbellino de dolor,
dejando que mi corazón se parará sin remedio.
Llegaste a mi vida por una razón, equivocada tal vez, pero has llegado sin remedio.
¿Cómo puedo seguirte?